mayo 08, 2007

La desnudez y la mar


La desnudez y la mar

son una misma;
consecuentes y anónimas.
Morir en la mar

es nacer transparente.
Es flotar lapislázuli

el infinito lenticular en secreto.
Entre cúmulos,

entre olas,
en una serenidad aguamarina.
Morir en tregua con el tiempo,
con su origen
y renacer;
extinguirse inmutable en el génesis
para emanar tenue en la alfaguara eterna…
y nadar,

y nadar,
y nadar la acuarela
en sincera y absoluta
reciprocidad.


emil santos
Conway, 2007

4 comentarios:

Anónimo dijo...

"...¿qué es en definitiva el mar?
¿Por qué fascina? ¿por qué tienta?
es menos que un azar / una zozobra /
un argumento contra dios / seduce
por ser tan extranjero y tan nosotros
tan hecho a la medida
de nuestra sinrazón y nuestro olvido"

M.B

anonimo dijo...

quizá todos morimos en el mar algún día...

Fragua dijo...

El poder de los sueños premonitorios se esfuma cuando se transmutan en poesía; su carácter fatalista - si es el caso - se convierte en arte y, al mismo tiempo, cumplen su objetivo: sobresaltar la psique y el alma arrastrando al profeta a una vorágine de creación.

Un abrazo.

Wu* dijo...

en la profundidad de su océano, en la profundidad de un tiempo sin manecillas...