Poema rojo
Hay rojos inevitables;
rojos radiantes,
rojos sublimes y luminosos.
Hay rojos ardientes irreversibles,
rojos confesos de auras violentas
y rojos amantes irrefrenables.
Hay rojos súbitos infinitos;
rojos volcánicos, rojos cautivos,
rojos colosales...
Hay rojos de mitos profundos
y hay rojos anhelos de vanguardia.
¡Hay rojos irrepetibles!
Hay rojos inefables;
rojos omnipotentes,
rojos indeformables y absolutos.
Hay rojos indestructibles.
Rojos gitanos que flotan
y rojos eternos insoslayables.
Hay rojos efímeros desesperados,
rojos delirantes, rojos ingrávidos,
rojos impostergables...
Hay rojos últimos e inesperados;
rojos de perpetua euforia.
¡Hay rojos inalcanzables!
emil santos
Utrecht, 2009
septiembre 13, 2009
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1 comentario:
Soy adicto al tono sanguíneo de los amaneceres celestes, soy vampiro de lo universal.
¿Y el poema naranja?
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